domingo, 7 de febrero de 2010

LEYENDO EN DOMINGO¡¡¡

El húngaro Sándor Márai escribió en su libro De verdad: “No existe, ni en la Tierra, ni el cielo, ni en ningún lugar, aquella mujer de verdad. Existen apenas personas y en todas hay un grado de verdad, y ninguna de ellas tiene lo que del otro esperamos y deseamos”. La inexistencia de verdad absoluta o total en el mundo de los sentimientos, es muy aplicable al periodismo y la objetividad. Pero esa fragilidad no sólo no impide sino que hace más necesaria la aplicación de técnicas y procedimientos profesionales que aumenten el grado de verdad de lo que producimos como periodistas. La honestidad intelectual es una de las principales herramientas porque, como decía el maestro de periodistas Ryszard Kapuscinski: “Para ser un buen periodista, hay que ser una buena persona”.
No es de buena persona pegarle al caído y temerle al fuerte. Es una práctica muy habitual en una parte del periodismo. Sólo por eso, al decir de Kapuscinski, ya no sería buen periodismo. Aunque lo que denuncie en su ciclo de envalentonamiento sea rigurosamente cierto, lo falso es el momento en que se decide a hacerlo.
El cuándo puede ser más importante que todo lo deMAS

3 comentarios:

  1. Hola Negrita, aca andamos visitandote. SAludos.

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  2. Hola Negrita, gracias por pasar por mi casita.

    Creo que los periodistas son como los politicos no hay a cual irle! Pero sí, todavia existen algunos muy buenos, honestos y objetivos.

    Buen inicio de semana, un gran abrazo!!!!!

    P.D. Hoy es dia de votar! (por el diseño), ji,ji.

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  3. Hola Tere: Te noto mas animada... me alegro.

    Muchos besos. Que tengas una muy buena semana

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